2/7/04

El juicio por jurado, una forma de privatizar la justicia


Por el Dr. Jorge Horacio Gentile

Dr. Jorge Horacio Gentile

Extractos:
 
Buscar solución a los problemas de seguridad con el juicio por jurado es muy peligroso. Si el sistema es tan bueno, como el proyecto dice, y realmente sirviera para democratizar la justicia ¿por qué no se aplica también a las causas civiles y a las criminales en la etapa de la acusación o investigación de los delitos como en Estados Unidos?
 
Los proyectos de Menem y de Kirchner se circunscriben a algunas causas penales y no resuelve ningún problema, ya que las sentencias no seran más justas, ni el juzgamiento más rápido. El sistema es más costoso, ya que no se suprimen tribunales ni se despiden jueces, pero se agregan jurados, que tendrán que cobrar viáticos y remuneraciones y habrá que ponerles custodia para su seguridad.

No es cierto que con ello se democratiza la Justicia, ya que los jurados no representan a nadie, no son mejores que los demás ciudadanos, y carecen de idoneidad, por no haber sido seleccionados, sometidos a concurso, ni designados por su mejor conocimiento del derecho, ni del arte de juzgar, ni por su ética. Además, al no estar sometidos a juicio político carecen de la responsabilidad que se le exige a los jueces. Al prohibirse a los abogados ser jurados, se proscribe a quienes están más preparados. Nada de esto garantiza un “cambio sustancial” que asegure “imparcialidad, transparencia y eficacia”.

Los problemas de seguridad no tienen soluciones mágicas, y las responsabilidades de la Justicia en los mismos, no se superan con sustituir a los jueces por ciudadanos seleccionados por el sorteo, o sea privatizando el servicio de justicia. No hace mucho la magia de las privatizaciones nos dejó una experiencia que no nos gustaría repetir a los argentinos. No volvamos a tropezar de nuevo con la misma piedra.
 

Dr. Jorge Horacio Gentile
Doctor en derecho y ciencias sociales. Es Profesor Titular Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. Ex diputado de la Nación.

12/2/04

Psicosociología del derecho: algunas delicias de los juicios por jurado

Por el Dr. Carlos María Alcover de la Hera

Dr. Carlos María Alcover de la Hera
Doctor en Psicología
 
Extractos:
 
Las recusaciones de los jurados pueden ser con o sin causa. Los abogados y el fiscal entrevistan y pasan cuestionarios a los posibles jurados para su selección.

El gran problema de las recusaciones es que el jurado pueda convertirse en menos representativo. Supongamos por ejemplo, un caso de violación a una joven. El abogado defensor podría intentar eliminar del jurado a todas las mujeres o al menos a todas las que tuvieran una edad similar a la agredida por considerarlas sesgadas hacia el veredicto de culpabilidad. Si el jurado quedara compuesto exclusivamente por hombres, quedaría desvirtuado al perder completamente su intención representativa de la sociedad. Un juzgado poco representativo tiene mayor riesgo de estar realmente sesgado.
 
La complejidad de un juicio puede provocar que algunos jurados (aquellos con nivel aptitudinal más bajo) no puedan seguir completamente el resultado del mismo, ni comprender algunas de las evidencias o testimonios presentados. Incluso se ha llegado a afirmar que los miembros del jurado a veces no entienden ni la mitad de las instrucciones del juez (Reifman, Gusick y Ellsworth, 1992).
 
Los prejuicios y los estereotipos juegan un papel destacado en el sentido del voto de los jurados (Dane, 1992).
 
¿Qué sucede cuando el imputado resulta simpático o antipático a los miembros del jurado? ¿Dejarán en libertad al que les cayó bien y encarcelarán al que les cayó mal? Cuando se trata de emitir un veredicto difícil, cuentan tanto los hechos como los posibles prejuicios que pueda provocar la imagen que proyecta el acusado.
 
Personas de razas o procedencias distintas a las de la mayoría de la población de un país, y que además son de un estrato social bajo, tienen mayores posibilidades de ser consderadas culpables en un juicio (Kapardis, 1997).
 
Carlos María Alcover de la Hera
Doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid

Libro: "Introducción a la psicosociología del derecho"
Editorial Dykinson
2004